25 agosto 2013

Zombie Strippers: tetas, mutilaciones y, sin embargo, una mierda


La cosa prometía y tenía curiosidad por verla, pero la mejor manera de denominarla es infumable. Creo que no aguantaríamos esto los amigos de la vieja guardia ni colocados hasta las cejas. Lo primero que notas es que anda rodada en digital cutre (con efectos digitales también cutres) pero lo descabellado de los primeros actores que aparecen y su actuación forzada nos hará pensar que estamos ante una comedia porno de algo, al estar tan bien localizada y caracterizados como si fuera un film para adultos de los 90. Curiosamente, luego mejora en iluminación (unque poca) y a todos los niveles, igual el prólogo se les ocurrió luego o filmaron casi al terminar ya sin presupuesto, yo que sé. Pero es con mucho lo peor y echa para atrás. Si no la quitas entonces, seguro que puedes verla entera.

En general, tendremos algo de efectos analógicos con maquillaje muy mejorables, y no del todo mal en algunos momentos, pero casi todo se ha hecho en digital y canta horrores. Para que nos hagamos una idea, hasta el el efecto de llamarada de los disparos de las armas de fuego se hace con efectos digitales, y temo que son tan pochos porque son de los efectos predetermiandos que incluye el programa de edición de turno. Que los tiroteos en pasillos se prodiguen en el prólogo hacen mucho mal a la supervivencia en el visionado de cualquiera con criterio.

¿De que va? Pues les voy a contar más de lo que suelo tener acostumbrado. Un equipo especial de militares imposibles de inverosímil por peinados, atuendos (y maquillaje en ellas), acude a atender la emergencia de un centro de investigación destinado a solucionar el problema de la falta de efectivos militares. Al principio tenemos un extracto supuestamente televisivo (editado con el culo) que nos dice que andamos en un futuro cercano con EEUU metida en guerra hasta con Alaska y Canadá además de los países habituales con los que se pelean ahora, pero que se estudia una solución revolucionaria. Obviamente, lo que se estudiaba era como crear soldados funcionales que lucharan después de muertos, pero la formula degenera contagio a contagio y además han usado a desgraciados expuestos a experimentos médicos (así lo cuentan), por lo que son zombies descerebrados comedores de carne humana que han infestado el centro. Los militares mal caracterizados se pondrán a eliminarlos contando con un arma que lanza descargas eléctricas (eso también les para además de volarles la chota) que parece igualita a un arma del videojuego ''Doom'', y su efecto es igual de realista 8 (quizás menos). Lo único bueno de esto es una soldado con permanente y escotada a la que no muerden pero arrancan la camiseta dejándola en sostén (recurso cómico que utilizan dos veces, para más inri).

Haciendo su limpieza, uno de la unidad es mordido y como le da apuro que le peguen un preventivo tiro en la cabeza, se escapa y sale del perímetro para refugiarse en un garito de strip-tease, donde termina muriendo, transformándose y mordiendo mortalmente a Kat, la stripper estrella (Jenna Jameson). En esas nos enteramos que va de sabionda y lee a Nietzsche (?) y que todas las demás compañeras la odian y envidian a muerte. Tendremos además una (innecesaria) trama paralela con la típica chica de pueblo que viene a estrenarse bailando en bolas para reunir dinero para su abuelita y a la que persigue su ¿novio? hasta allí, pero ni aportará nada ni hace más que estorbar dicha trama. El caso es que morir te hace mejor stripper y bailas de forma más impresionante (con mejor montaje y momentos a cámara rápida), así que aunque ande la estrella degollada y cubierta de sangre, el público se emociona más y suelta más pasta (?), lo que llevará a que alguna de sus compañeras se haga morder deliberadamente (!) para mejorar su estilo. La dirección del garito se da cuenta de que ahora Kat es un zombie asesino, pero como viene mejor para el negocio (y no tienen licencia), no le importa que devore alguno de los del público durante bailecitos privados.

Pero la cosa se descontrola, no sabemos si en la misma jornada o durante varios días, tan mal anda contado esto. El público va siendo asesinado y encerrado en una mazmorra o casi que tiene el local (?) y cada vez más bailarinas eróticas son zombo y van teniendo pinta de cadáver, compitiendo hasta hacerse polvo (literalmente) por ser la mejor en la barra. Afortunadamente, hay un arsenal escondido alli y dos de los soldados pochos de antes dan con el lugar para empezar a limpiarlo de zombos. Hay algo más, pero tiene tanto sentido y es aún más prescindible que lo ya contado.

¿Que gracia puede tener todo esto? Pues sorprendentemente y a pesar de sus elementos, muy, muy poca. Jenna Jameson enseña las tetas mucho, pero observamos los peligros de la silicona y la decadencia de la edad (y la peli tiene ya un lustro). Robert Englund está sobreactuado al máximo como dueño del garito y, a juego con la peli, no tiene nada de gracia siendo además de lo mejor que encontraremos, porque esto se supone que es de risa... pero no hace ni puñetera gracia. Recurren a recursos del cartoon y del spoof, poco y mal, esperando que las situaciones previsibles, los diálogos no tontos, sino absurdos y los actores (patéticos) puedan salvar la cosa, pero el resultado me ha recordado al humor mal llevado y tocando lo lelo (que no infantil) de las últimas producciones de la Troma, superproducciones en medios y acabado comparadas con este auténtico bodrio.

Dura la hora y media de rigor y se me hizo eterna, cosa que tiene delito cuando gran parte del metraje incluye desnudo frontal y sangrientas muertes, pero ni con esas. Atentos que las strippers zombies combaten entre si con un amago de superpoderes como los soplidos huracanados o propulsando objetos con su vagina cual cañón (!?), tenemos desmenbramientos mutuos de zombos en top-less, un hito a recordar como cuando un zombie peleó con un tiburón hace años, pero no, no nos salva del aburrimiento profundo. Hay cosas más mierdosas que esto, no lo niego, pero me tocaría hacer memoria y rebuscar bien para citaros alguna.
La guinda de todo esto es un amago de humor intelectual, un despropósito como todo lo demás. Hay dos formas de hacer esto según tu público. O haces referencias cultas inapropiadas o sarcásticas, o usas el recurso de Woody Allen de burlarte de ellas pero de forma que el que haya llegado a bachiderato pueda seguirte, reirse y sentirse culto aunque gracias a Diox, no sea de esos culturetas ridículos. Pero aquí no usan ninguno de los dos recursos, y además no tener gracia tampoco tiene sentido. Lo único remotamente  no fallido es que una zombie siga leyendo su libro sobre Nietzsche y diga que ahora lo entiende mejor. Este humor es un apósito que o no vale para nada o estorba, como que resulte que están en una población llamada Sartre ¿los yankies van a poner nombre a un sitio sin saberlo pronunciar?

Y bueno, ya saben lo que se dice ante una de estas pelis defectuosas y poco inspiradas, que es para verla con amigos y cervezas, soltando paridas y señalando lo malo (o hasta bueno) que pueda tener algunos de sus momentos. Todos sabemos que se viene a decir describiéndola así, pero es como describir a alguien diciendo que tiene un polvo o así para echar el rato si te metes antes una botella de whisky y es eso o irte solo a casa... pues va a ser que no calificamos algo de aceptable y ni mucho menos de bueno, sino que es algo a lo que agarrarse desesperadamente (o no) para combatir el tedio vital. Me parece que mucha gente consigue ligue porque van a cerrar el garito, muchos videojuegos malos aguantan por el pique jugando a dobles en buena compañía y mucha peli creemos que puede tener un pase así, pero no, hay mil cosas mejores que ver y más te vale agasajar mejor a tus amistades que ponerles esto.

Solamente recomendable para adolescentes nacidos a mediados de los 90 sin cultura de género (y a los que ver tetas aún les perturbe pero les aburra el porno), completistas de todo (pero absolutamente todo) lo zombie que pillen y fans fatales (y no menos completistas) de Jenna Jameson. Los demás más vale que evitéis esta película.

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