18 noviembre 2015

Reseña: Los 7 Magníficos del Espacio (crónica de sesión)

Aviso para navegantes incautos: desde hace tiempo realizo y hasta coordino varias actividades sociales. Una de ellas es el grupo en Facebook Cine Basura Fans, con ídems del programa homónimo y en el nos ponemos películas reprobables a conciencia cada uno en su casa y con el fin de usar el chat para comentar el despropósito y echarse unas risas. Como el original, pero sin famosos y haciendo de metadona entre emisiones. Abundan las de género y el Cine italiano de explotación y los rodajes en Filipinas.
Como en el grupo estaban con lo de currarse reseñas, me he puesto a ello aquí al tener más prestaciones que en la mentada red social, links, fotos en medio del texto y el jugar en casa. Tampoco es raro que hiciese reseñas en este blog, aunque no será habitual, no se asusten.


Por clamor popular nos cascamos Los 7 Magníficos del Espacio, perpetrada por el contubernio de Roger Corman, sobre la que se puede ofrecer más datos y curiosidades, pero Google es su amigo. Al fin y al cabo, esto son crónicas de eventos.

¿Qué se puede decir de la peli? Deja algo frío. Creo que nuestros compañeros al grupo votaron a la propuesta de la peli, a la pose del cartel y algún nombre que les sonaba, pero sigue siendo como hace 15 años cuando la vi (y durante este tiempo he procurado evitarla): caradura explotación insípida para tomar un poco el pelo en puntos de exhibición, los cines de verano y luego videoclubs. Llega a ser entrañable, tiene su ritmo y nada mal diseño de producción, encantador lo de sus diseños de ciencia ficción sententera-primochentera, pero no fallos atroces, no se pasa con el ridículo ni da para risas, que esa es la idea de todo esto Digamos que es un cinco pelado, sin alma, solo juntar cosas que molaban (entonces) con un apreciable esfuerzo (al nivel de Corman, es una superproducción y técnicamente bien), pero aburre. Igual no la han visto, la gente lee estas cosas para chanantes sipnosis. Les advierto que es más divertido esto que verla, como tantas veces. Voy...

09 noviembre 2015

Más ideas ciberpunk: Tecnovikingos, arte de Internet, censura y estrellas de la nada que intentan evitarlo...

Technoviking fue cosa de la loca Internet, el producto de un vídeo casual viralizado, alterado, remakeado, fuente de memes e incluso de teorías más o menos locas y conspiranoicas. Unos hablan de arte, (a mi me recuerda un culto) pero todos los que lo han mirado más allá de paladear una curiosidad, piensan que es cultura... de Internet.

Lo primero es lo primero. Puedes que no sepas de esto porque es algo muy de 4Chan aunque arranca en Europa, su Alemania natal viral. Todo comienza con este vídeo que muestra un pequeño disturbio o un posible disturbio, frustrado por un forzudo desconocido en una fiesta masiva callejera alemana, la Fuck Parade, opuesta a la célebre Love Parade.


No es la mejor muestra, y es posible que si lees esto habiendo pasado tiempo de ser posteado este texto, no funcione el enlace. Copias del video original y fan-art basado en este son retirados continuamente de la red, compitiendo con el ritmo que vuelven a subir. Usa un buscador poniendo ''technoviking''. No entenderás esto del todo si no ves el video.

Esta escena del rescate del Tecnovikingo a la dama y su posterior danza, su imagen icónica espontánea de fuerza, orden y fiesta, es grabada de forma casual y se convirte en viral, en objeto de meme y cierta burla, pero no sin cierta admiración y envidia. Luego se convierte en modelo a imitar en performance (imitación, como todo arte), conviertiéndose en parte del joven y perenne patrimonio cultural de Internet.

Para entender la óptica de este asunto debéis tomar que en esto hago como en mis largas reseñas de un juego de rol: existe un asunto concreto que se analiza en detalle y esto lleva a conclusiones o reflexiones generales. Por eso mis reseñas en Fanzine Rolero son tan dispares en juegos elegidos. Cthulhu D20 hablaba de prejuicios roleros, de ampliar y renovar las miras de las adaptaciones de Lovecraft. Galactica RPG trataba la adaptaciones de universos de ficción cerrados con su propia historia y trama principal, y podría hablarse de esto con sendos juegos de ESDA y Star Wars de la era Joc, pero reseñé los que reseñé. El Technoviking es un fenómeno peculiar, pero su análisis nos puede dar inspiración a la par que conocemos como funciona la cultura de Internet. Habla sobre como sería la cultura del futuro que queremos crear. Creedme, es representativo sobre la red, la memética y qué cosas nos deben inspirar para un juego ciberpunk de verdad.

07 noviembre 2015

Enlace a artículo útil sobre ciberpunk rolero y pretensiones

Lo he movido por redes sociales dentro de lo que es el programa de difusión de la plataforma para ídem que gestiono para Fanzine Rolero, pero siendo contenido de interés para esta serie casual de posteos o informal diario de diseño, conviene dejar constancia con link para la secuencia que podrá verse si se leen en orden inverso (es decir, de publicación) los posts sobre esto de crear ambientaciones ciberpunk.

Sin  más boato, en FR se ha vuelto a poner disponible un artículo mío de 2008 sobre este tipo de ambientaciones, qué hacía mal Cyberpunk 2020 y como hacerlo mejor. Lo he montado yo mismo en la plataforma por si había correcciones que hacer, pero el sistema editorial de Fanzine siempre funcionó bien a pesar de ser esto de lo primero, no le vi erratas y, sorprendentemente, estaba de acuerdo al 100% con lo que decía allí a pesar de los años. Así que, o bien estoy ya demasiado viejo para cambiar de opinión como le pasa a los abuelos, o tenía el asunto muy pensado.

Se toca en él temas generales y supongo que lo citaré más de una vez. No obstante, mi idea es no repetirme y ampliar dedicando a veces un posteo o más a alguno de sus apartados. Podéis comprobar respecto al pasado post sobre ciberimplantes como esto ocurre de tal forma. No solo gano en extensión en este formato ¿episódico? que es el llevarlo en un blog, sino que también puedo permitirme un ordenamiento flexible de estas cápsulas y si me apetece ampliar un tema tocado en una publicación anterior o me surge alguna cosa no proyectada, se mete y en paz. Por ejemplo, el siguiente iba a tratar sobre por qué no está desfasado el género en rol sino todo lo contrario, estando ya su borrador listo, pero entre medias seguramente se cuele un texto surgido espontáneamente sobre el señor que adorna este post, si fuera pedante se llamaría Tecnovikingo, o como un suceso casual con gente de la calle puede viralizarse y convertirse en objeto artístico y, para qué negarlo, de cierto culto internauta. Sí, alguna cosa a ver por aquí será inesperada. También ando documentándome sobre porno por Internet (análisis y estudios, no lo que pensáis).

Estas bizarrías vienen con más razones que el que me guste epatar y no me tome en serio. Con el tiempo y los años de mastereo ha cobrado para mi más interés en cuanto a ciberpunk la relación de la sociedad con la red de redes, la fuerza de la información y propuestas horizontales (¿anarquistas?) en dicho medio. Todo eso en detrimento de algo que cuesta seguir en actualidad y en lo que no soy para nada un experto: armamento y guerra moderna. Sé que el tema gusta, pero me veo pez. Creo que no he pasado de lo de poner los cargadores detrás del gatillo y aún no sé si se usa ya la munición sin casquillos, lo siento Cifu.

¿Dónde demonios andarán mis links sobre proyectos de invisibilidad para infantería y carros de combate de la década pasada de donde salía lo que ilustraba el artículo? En fin, ya veremos que puedo contar de todo aquello.

01 noviembre 2015

(ciber)Implantes, ese vicio necesario y como colarlo en tu juego

Empieza por la más dificil y luego todo irá como la seda, así que vamos a arrancar con cierto aspecto que, por desgracia, es más célebre y definitorio para el género ciberpunk que el hacer de hacker. Para despistados, este asunto viene de aquí.

Cuando uno se plantea hacer algo, no solo escribir, también incluyo lo de respirar y seguir vivo; es importante la honestidad. Algunos nos renovamos soltando pieles como serpientes, pero seguimos siendo el mismo bicho y debemos recordar en qué andamos antes. No fui máster de Cyberpunk 2020 tanto años porque me fascinara robar paquetes de datos. Demonios, ni tenía entonces un mísero PC. Ciborgs, hombres máquina molones, patadas partiendo columnas vertebrales, armamento implementado lanzando micromisiles y garras de Lobezno (Wolverine) por doquier... era joven. 

Cucha que pintas... no está desfasado ya esto, es que era ya 80 publicando a mediados de los 90

No puede ser uno hipócrita y decir que eso son tonterías de los 80, colmo pulp, porque la literatura clásica ciberpunk tiene mucho de entretenimiento sin más, y obviarlo avergonzado por lo que es, lo que supuso y lo que fui. Tenemos que pensar en dichosos ciberimplantes.

Los ciborg están entre nosotros, se decía. Técnicamente, un puente o implante dental, pectoral (silicona) o los marcapasos vienen a serlo, pero el ciberpunk clásico concibe brazos y piernas artificiales molones para ser más que humano. Se puede hacer cosas prodigiosas contando con la fatiga del metal y otras cuestiones de ingeniería, pero como el bueno de Masamune Shirow nos vino a recordar, un superbrazo con superfuerza no podría levantar más peso que el factible por nuestra delicada columna vertebral, si es que no se desprende antes. Sobre la naturaleza y posibilidades de los miembros artificiales (atención a que uso el presente), hablaremos en otro momento. Con los ciberimplantes debemos atender el mismo problema que la ciencia: que algo sea posible, no da una razón de por sí para que se haga. O dicho de forma llana como lo explicaba Ángel Paredes ¿Quién va a ser tan idiota de cortarse un brazo sano para ponerse uno mecánico?. Pasados muchos años, no tenemos una clara respuesta a eso y el género menos aún, pero trabajemos con posibilidades.