¿Por qué sigues leyendo eso si dices que es una mierda? Preguntaba Miki. Claro, suena incoherente pero no podía hacer otra cosa que seguir. Es complicado de contar y eso voy a intentar hacer.
Manuel Loureiro, pese abogado, es un guionista y escritor que se montó un blog donde ficcionaba el apocalipsis zombie de turno desde la perspectiva de un abogado gallego describiéndolo en su propio blog, personaje que supongo en gran medida trasunto de sí mismo.
El concepto inicial es genial. Una novela por micro entregas cada post de blog, un formato nuevo. Estábamos si mal no recuerdo, en la primera mitad de la década pasado o iniciando la segunda mitad, atareado yo con la FK y ajeno del mundo (incluído la red levantando aquel emporio), y fue gracias a Zurera que conocí el asunto. Como no soy nada metódico, me olvidé de seguir el asunto. Zubera en particular se había sumado al llamamiento del autor de generarse ficciones parecidas de supervivientes desde distintos lugares de España. Porque ahí la gracia del asunto, la cercanía; que estas cosas parece que solamente le pasan a los yankies con ciudades con millones de personas y armas a tutiplén. Tengo en mi haber la satisfacción de encontrarme años después con que Brooks desarrollaba protocolos similares a los que imaginaba Zurera para retener la propagación zombie, igual nos hemos estado perdiendo no solamente a un autor interesante, sino dos (Zureera, escribe).
Pero el caso es que cuando recurrí de nuevo a aquel blog andaba chapado porque iban a sacar aquello en novela. Mandé el asunto a tomar por saco. A mí no me va lo de esos autores de la escena que empiezan de gratis pidiendo que se les lea y consejo para alzarse y luego des-liberalizar lo que tenían para venderlo. Yo no lo hago (a Inferno y sus 600 unidades impresas me remito, éxito en su campo y liga me remito) y no me parece bien. Y así durante años he estado pasando del tema y si tenía en mente leer los libros zombos de Carlos Sisí, pues en estos no pensaba. Sacó un segundo, un tercero, y un día raro me llegó el primero y le eché un ojo sin interés.
Algún spoiler va a caer, pero no les voy a destripar el asunto. Solamente diré lo que necesita la reseña y a ustedes para picarles el gusanillo.
En la primera, el prota abogado soso recuperándose de un drama personal, anda con su gato y cabreado con la compañía eléctrica, por lo que se pone placas solares en una necesaria trampa para que pueda seguir funcionando la cosa cuando la civilización se va al garete. El caballero se niega a ir a los puntos seguros porque allí está bien parapetado y antes de eso tiene oportunidad de intentar visitar a la familia (mostrarnos como está la cosa en los aeropuertos) y seguir noticias en la red e irnos contando. Toda esta parte está muy bien llevada y jugamos a que nosotros si sabemos de que va la cosa (pa que nos descubran los zombos ahora) y el prota no cuando ve que hay extraña cerrajón comunicativa con algo de un virus contagioso. Cuando ya no hay luz eléctrica, se cae Internet y se evacuan las ciudades se nos cae también la excusa formal del blog personal pero se sigue leyendo bien y la cosa marcha.
Durante todo el trayecto, tendremos tópicos y lugares comunes a cascoporro. El de las dificultades de dormir bien bajo el acoso zombo a la casa (Matheson: soy Leyenda), el del miedo y asco a las criaturas, el de aquel que muerden e intenta disimular hasta que pasa lo que tiene que pasar y nos ¿sorprende? Se deja leer. Pero nuestro superviviente sale de allí y ya la cosa no se desbarata, pero desbarra y se hace tremenda, argumentalmente horrible y aún más disfrutable.
Hay maravillas a apreciar como que no habiendo armas tal cual en Galicia, nuestro hombre se proteja con su traje de neopreno y un arpón de pesca submarina, imaginen su guisa así y con el gato a cuestas. si lo cómico no nos saca del asunto es que tan malo no es el libro. Hay coherencia en su plan y el modo que usa para intentar dirigirse a un lugar supuestamente seguro que no lo es (cómo no), y algunas referencias locales en la forma de intentar solucionar sus problemas. Pero os decía que la cosa desbarra. Como en cualquier desarrollo zombie que se precie, los supervivientes son más peligrosos que los zombos, así que nuestro hombre acaba chantajeado con el gato de rehén de unos malosos como para acabar en una misión de rescate de un objeto en Correos, y metido en un furgón blindado (ey, más de una cosilla podría indicar que se había leído la famosa guía de supervivencia de Brooks, tampoco pasa nada).
Metido en una especie de thriller con zombos y malos mafiosos, se hace colega de un ucraniano de preparación militar que, mira por donde, es piloto de helicópteros que venía a apagar incendios para la Xunta, por lo que ya tenemos helicoptero salvacional (pelis de Romero) y la cosa es así de tramposa, empezando por como pillan la pieza que falta. ¿mafiosos? ¿ucranianos? ¿Qué estoy leyendo? te va sacando de lo de sentir el asunto verista en cuanto cercano, pero bueno, hay algún pasaje de narrativa inquietantemente interesante.
En el segundo libro los supervivientes buscan un nuevo asilo y el grupo ha crecido con una adolescente hermosa (romance previsible) y ¡una monja! Bueno, eso sí que no lo había visto venir. Tampoco molesta. Intentan buscar un punto seguro al haber escuchado que habría un último bastión en las Canarias, en el viaje hay cierto turismo norteafricano de agradecer. Como es de suponer, encuentran que la sociedad de supervivientes no es muy idílica. Está el asunto bien montado y su excusa tiene, bien verosímil, para poner de nuevo a los personajes en la península en una operación de aprovisionamiento. Sabremos que ha pasado con Madrid, el gobierno y El Prado.
Lo que no me tiene tan contento es el personaje de la chica. Por supuesto, no estamos precisamente ante novela de personajes ni hay mucho subjetivismo psicológico. El prota es legal, falible, humano y se prodiga más, el ucraniano es estoico, luchador, máquina de matar salva situaciones y los secundarios son o buenos y positivos que descerrajan asuntos o malos muy malos que los bloquean y ponen conflictos. Lo que me quejo es que la chica sea en un principio coqueta y atractiva (y descrita así si no torpe, sí de manera brusca e insistente), se le ponga a tiro (por eliminación, tampoco es que tenga mucho donde elegir la pobre) y no se pueda hacer nada porque, oye, que el prota va sobre los 30 y no le parece correcto. No voy a decir si yo aprovecharía la oportunidad o no, pero es que yo no soy uno de los escasos supervivientes tras el ocaso de la civilización. Cosa que hace replantearse muchas cosas y cualquiera sabe que teniendo que luchar para sobrevivir y perdidos los mecanismos represores (la pasma o tus vecinos), lo primero que pierden los supervivientes son las buenas maneras y la moral. En fin. Os dejo con el misterio si garchan o no, pero la cosa no evoluciona articulándose muy bien. Peor llevo que la chica, por una trama con malo maloso del principio del segundo libro, lleve a que por casualidades forzadas y elecciones muy, muy torpes, se vayan las cosas a tomar por saco. Ea, ha tenido que ser la chica. Dos apuntes, el secundario llamativo e interesante (que no apesta como otros) es una procaz pseudoninfomaniaca de metro y medio, que me resultó casi un chiste privado en mis circunstancias y en el libro casi me parece que se la censura. (ea, por casquivana) Buenooo..., pero es más adelante en la saga la chica vuelve a cagarla del todo y más activamente si cabe. No voy a ponerme con que si parece al autor que las mujeres son malas porque esto no es Strindberg precisamente, pero al personaje la punta que le sacan es generar problemas activa o pasivamente.
El tercero me pareció mucho menos interesante, pero si más arrebatador y delirante. Veremos que se cuece por EEUU y como en toda narrativa evasiva chusca, el idioma no será un problema (sin faltar, Star Wars tampoco deja que ello entorpezca la acción de sus personajes planos y Star Wars se supone que mola). Pero la cosa no se queda ahí, lucha de clases, fanatismo religioso, NAZIS y Corea del Norte, que ha sobrevivido por ser ya hoy día un país bunker y que planea ¡Conquistar el Mundo! Esto no se si es una auténtica chaladura o una auténtica maravilla, pero me amanecía sin permitirme dormir con tal de leer a donde llevaba todo esto. Cada libro caía en una o dos sentadas y seguía y seguía como un maldito adicto.
He de indicar que he tenido contacto con más literatura zombífica, pero no me ha ido bien. Wellington acabó mal ¿hermosas jovencitas preparadas para matar zombos? ¡A hacer puñetas! ¿Soy un zombo pero aún tengo conciencia? ¡Otro libro descartado! Ni diez páginas de cada uno. A Moody le di algo más de carrete, pero me pareció tremendamente aburrido y no conseguí empatizar con ninguno de sus personajes. Me queda Sisí, que siempre me dio buena espina, pero otros literatos zombo no me han entrado para nada y Loureiro sí. Además, el tercer libro tiene un pasaje encerrado en un vagón que me resultó estremecedoramente brillante. Este hombre ha ido mejorando sobre la marcha, el último libro es más delirante, más largo y mejor escrito ¿que más se puede pedir a una saga? También cierra todo el ciclo sin solución de continuidad, por cierto.
¿Por qué me parece que es una mierda? Por todo lo que os he contado antes. ¿Por qué no puede dejar de leer? Porque funciona y te mantiene enganchado aunque los personajes sean cutres. Esto no es La Montaña Mágica (golpe bajo, Miki) y aquí pasan muchas cosas y no hay interés alguno en la trascendencia. Va a ser que a pesar de esos intentos modernos españoles de hacer pulp en plan ey, mira que inverosímiles y referenciales somos, esto sí lo es y de muy buena cepa: personajes solamente para funcionar (mecánicos) y acción sin falta, hay elementos rocambolescos (el más digno adjetivo para el pulp y todo un piropo), pero no hay ni pizca de esa impostura, se cree que se hace algo serio y la verdad es que funciona con su propia coherencia interna y no como una yuxtaposición de elementos molones y/o disparatados. Esto es literatura barata sin pretensiones (y de la buena), muy digna en lo suyo, ejecutada como funciona y que se vende como lectura al uso. Sabes que vas a encontrar y no hay un cartel o unos graciosos diciendo: eeeyyyyy... que pulp somos. No es lo mismo el pulp visto desde nuestra perspectiva a como era considerado en su tiempo y frente a sí mismo.
Algunos pensarán al leerlo que parece la novelización de una partida de rol por sus PNJ útiles para bien o para mal (o como hay algunas soluciones tipo máster con momento de bondad), pero no deja de ser divertida si no esperas nada más que pasar el rato. Muy efectiva y recomendable en su campo.
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